La Procuraduría Federal del Consumidor detectó un software, conocido como “rastrillo”, que controla a distancia la cantidad de mililitros que se despachan en gasolineras.
En un primer caso, la Profeco encontró en una bomba de una estación ubicada en Champotón, Campeche, una modificación al software, por lo que presentará la denuncia.
Se trata de un sistema que aparentemente vende el fabricante y se calcula que ocho por ciento de las bombas usan este sistema.